¿Qué es ser un hombre? ¿Qué función tienen los hombres en este mundo? Si eres hombre y estiras del hilo de estas preguntas es muy probable que, tarde o temprano, llegues a tu cripta personal llena de sapos y culebras, esa que tanta pereza nos da a los hombres abrir.
Y es que en una sociedad como la actual, en la que las mujeres disponen de total autonomía e independencia, los hombres nos hemos desorientado. El logro progresivo y tan loable por parte del género femenino hacía la autonomía y la libertad ha ido rompiendo, también de forma progresiva, los esquemas y estructuras rígidas de roles y funciones.
El hombre ya no es necesario para mantener económicamente a su familia, la mujer puede hacerlo. El hombre ya no es exclusivo para representar a su familia, la mujer puede hacerlo. El hombre ya no es clave para tomar las decisiones importantes, la mujer puede hacerlo. El hombre no es necesario para satisfacer a la mujer, ella misma puede hacerlo. Es más, a una mujer ya no le hace falta ni tan siquiera tener a un hombre a su lado para formar una familia, pues puede concebir de forma artificial y formar una familia monoparental, sin necesidad de un hombre a niveles prácticos.
Por otro lado, muchos hombres reniegan de lo masculino, confundiendo las cualidades que representa este género y rechazándolas. Es decir, perciben y toman como atributos propiamente masculinos la violencia, la rigidez, la incomprensión, la tozudez, la competitividad y la soberbia, por citar algunos. Este desconocimiento y malinterpretación de lo masculino provoca un rechazo de este concepto y, por consiguiente, un rechazo de sí mismos como hombres. Este hecho deriva en una pérdida de propósito, frustración y hombres hipersensibles, puesto que vivir desde la energía femenina rechazando lo masculino provoca que el hombre se vea envuelto en una telaraña emocional que no comprende, que no le es propia y que le resulta caótica. Este comportamiento puede estar relacionado con falta de motivación, trastornos depresivos, drogodependencias, etc.
Así pues, la combinación del rechazo y malinterpretación de lo masculino, del derrumbe de las estructuras sociales y familiares convencionales y la falta de referentes masculinos de calidad, han hecho que los hombres no sepan dónde ubicarse dentro de la vida. Su papel y su valor es clave, en igualdad a lo femenino, pero es importante rescatar y reinterpretar el auténtico masculino, para así entenderlo, integrarlo y finalmente tomarlo.
Es por ello que desde el Instituto Valenciano de Terapias Naturales hemos creado el círculo de hombres. Una actividad que pretende ser un espacio de crecimiento, de compartir y de toma de consciencia por y para los hombres. Libre de juicios, libre de vergüenzas y libre de culpas, para así, juntos y entre todos, ir caminando por la auténtica senda del guerrero.
Un círculo de hombres es exactamente lo que su nombre indica, en todas las épocas y en todas las civilizaciones, los hombres se han reunido para abordar y compartir sus puntos de vista sobre las grandes cuestiones de la humanidad.
El propósito de este círculo de hombres es re-crear un espacio de encuentro y de charla donde los hombres podamos sincerarnos a través de la palabra y volver a tomar nuestro poder, llevándolo al corazón y despertando así al guerrero de luz que somos. Un guerrero amoroso, sanador, más allá de cualquier lucha de poder, más allá de cualquier diferencia. Nuestro poder es la unión, y la unión es la fuerza que puede hacernos avanzar por el camino de la vida.
En esta nueva era, marcada por profundos cambios culturales, relacionales y profesionales, muchos de nosotros continuamos buscando aún nuestro rol y nuestro lugar en la sociedad y no siempre es fácil encontrar un lugar donde compartir lo que pensamos y sentimos.
¿Qué significa ser hombre? ¿Cuál es el papel del hombre en la familia? ¿En la educación de los hijos? ¿En el mundo laboral?
Próxima fecha: 6 de octubre 2015 a las 18:30 horas
Aportación: 20€
Facilita: Johan Defrance, renacedor y constelador familiar.
