Auriculoterapia: una herramienta sencilla, eficaz y profunda

Sencilla, eficaz y profunda. Estos son los adjetivos más comunes que utilizo cuando me preguntan sobre la auriculoterapia. Es por ello que voy a definir cada uno de ellos, para concretar a quién me lea (y a mi mismo) lo que quiero decir cuando estas tres palabras salen casi por inercia de mi boca al hablar del tema.

Para empezar, es una terapia sencilla. Un buen curso y un manual son el trampolín perfecto para hacer los primeros pinitos con muy buenos resultados. La totalidad del cuerpo humano está representada en el pabellón auditivo; cada órgano, víscera y extremidad tienen su punto reflejo en la oreja, así pues sólo es necesario estimular el punto deseado siguiendo una serie de normas y teniendo en cuenta unas precauciones para obtener los resultados deseados; bien sea calmar un dolor concreto, activar la digestión o relajar el cuerpo entre otras muchas posibilidades.

En segundo lugar es eficaz. No es necesario ser un terapeuta con un amplio bagaje en la técnica para obtener buenos resultados, sino que con unos buenos conocimientos básicos podemos solventar un amplio abanico de dolencias y problemas de salud.

Por último, la auriculoterapia es profunda. Esta técnica se ancla en los cimientos de la medicina tradicional china, por lo tanto, en ella se reflejan y trabajan los cinco elementos, las polaridades y los meridianos del cuerpo humano entre otras muchas cosas. Es por ello que la persona que lo deseé puede encontrar en la auriculoterapia un camino de desarrollo y realización, profundizando en el ser humano a través de ella.

Son estos tres pilares, la sencillez, la eficacia y la profundidad, los que hacen que esta estupenda técnica esté cada día más presente en nuestra sociedad, aportando salud con conciencia.

Christian Gilaberte. Auriculoterapeuta y practicante de   Shiatsu