Las Constelaciones Familiares nos revelan una verdad profunda: todo en la vida sigue un orden, y cuando este se respeta, las relaciones fluyen con mayor armonía. En el Ivatena, recientemente llevamos a cabo un Taller Intensivo de Constelaciones Familiares bajo el tema «Bases para la vida, bases para la familia», donde los participantes pudieron experimentar en primera persona la importancia de ocupar su lugar en la familia y sanar vínculos esenciales.

Al finalizar el taller, una de las asistentes compartió: «Siento que tendría que haber empezado por aquí». Esta frase resume la experiencia de muchas personas que, tras años de terapia o formación en crecimiento personal, descubren en las constelaciones un camino directo para resolver conflictos internos y familiares desde la raíz.

¿Por qué las Constelaciones Familiares tienen un impacto tan profundo?

Porque trabajan con los órdenes del amor, identificados por Bert Hellinger, el creador de esta metodología. Según sus estudios, gran parte de los bloqueos emocionales, dificultades en las relaciones y problemas en la vida adulta provienen de desórdenes en el sistema familiar. Si no reconocemos y honramos nuestras raíces, difícilmente podremos construir un presente y un futuro equilibrado.

Sanar el vínculo con los padres: el primer paso hacia el equilibrio

La relación con nuestra madre y nuestro padre es fundamental. Es allí donde se encuentran muchas de nuestras heridas, pero también nuestra mayor oportunidad de sanación. Al trabajar con constelaciones familiares, aprendemos a reconciliarnos con nuestra historia, aceptar nuestra familia tal y como es, y liberar cargas que no nos corresponden.

1. Todo comienza con la madre.

Desde la concepción, la madre nos da vida y nos sostiene. Es nuestro primer vínculo, el que determina nuestra capacidad para amar, confiar y crear relaciones sanas. Un vínculo fuerte y equilibrado con la madre nos permite fluir con la vida, sentirnos merecedores de abundancia y afrontar los desafíos con resiliencia.

2. El papel del padre en nuestra vida.

Aunque en los primeros años la madre suele ser la figura más presente, la energía del padre cobra importancia en la formación de nuestra identidad. La relación con el padre influye en nuestra autonomía, límites y dirección de vida. Cuando existe un conflicto no resuelto con la figura paterna, pueden surgir dificultades para tomar decisiones, emprender proyectos o sentir seguridad en la vida.

3. El orden en la familia de origen.

En constelaciones familiares, se ha observado que ocupar el lugar correcto en la familia es clave para la estabilidad emocional. Cuando asumimos roles que no nos corresponden (por ejemplo, ser el «padre» de nuestros hermanos o intentar «sostener» a nuestra madre), generamos desajustes que pueden reflejarse en nuestra vida adulta. Cada miembro de la familia tiene un lugar, y encontrar el propio trae una gran liberación.

El orden y el amor van de la mano

Uno de los principios básicos en las Constelaciones Familiares es que primero viene el orden y luego el amor. Esto significa que, si no respetamos los órdenes naturales en nuestra vida (con nuestros padres, nuestra pareja, nuestros hijos o en nuestro trabajo), el amor puede encontrarse bloqueado.

Es por ello que en la Formación de Constelaciones Familiares del Ivatena, ayudamos a los alumnos a comprender cómo los desórdenes en el sistema familiar pueden afectar distintos ámbitos de la vida y cómo restaurar el equilibrio para que el amor fluya de manera natural.

Próxima formación de Constelaciones Familiares

Si deseas sanar tus vínculos familiares, encontrar mayor claridad en tu vida y fortalecer tus relaciones, en septiembre comenzamos un nuevo grupo de Formación en Constelaciones Familiares. A través de sesiones grupales e individuales, podrás trabajar temas personales y transformar tu historia desde la raíz.

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