La primavera llega sin prisa pero con fuerza, desplegando su belleza en cada brote, en cada aroma, en cada rayo de sol que empieza a calentar la piel con dulzura. Y así como la naturaleza se despereza y vuelve a la vida, también nosotras sentimos ese impulso de renovarnos, de sacudirnos el letargo del invierno y abrirnos a lo nuevo. La primavera es una invitación a florecer, y qué mejor manera de hacerlo que cuidándonos de forma integral: cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Hoy quiero compartir contigo una guía de cuidados holísticos para que vivas esta estación como un verdadero renacer.
1. Limpieza interna: el arte de depura
En primavera, nuestro organismo está más preparado para eliminar toxinas acumuladas durante el invierno. Según la Medicina Tradicional China, es la estación del hígado y la vesícula biliar, órganos encargados precisamente de la depuración física y emocional. Si te sientes más irritable, cansada o con digestiones pesadas, es una señal de que tu cuerpo necesita aligerarse.
¿Qué puedes hacer?
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Infusiones depurativas: Diente de león, ortiga, bardana y boldo son grandes aliadas para el hígado.
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Agua templada con limón en ayunas: Un clásico sencillo pero efectivo.
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Alimentos verdes y amargos: Acelgas, rúcula, espárragos, alcachofas… todo lo que tenga sabor amargo ayuda a mover la energía hepática.
2. Alimentación vitalizante y de temporada
La primavera pide ligereza. Después de meses de platos más densos, reconfortantes y calóricos, el cuerpo nos pide colores, texturas crujientes y frescura.
Incluye en tu día a día:
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Frutas y verduras de temporada como fresas, habas, espárragos, rábanos, hojas verdes, zanahorias.
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Germinados: Son pequeños tesoros nutricionales que simbolizan el nacimiento de una nueva vida.
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Cereales ligeros como la quinoa o el mijo.
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Platos más crudos (sin olvidar el equilibrio, especialmente si vienes de un invierno frío).
Receta exprés para estos días:
Ensalada tibia de espárragos salteados, quinoa, rúcula fresca, semillas de calabaza y un toque de limón y menta. Refrescante, depurativa y llena de vida.
3. Movimiento consciente: sacudir el letargo
En invierno tendemos a la quietud, al recogimiento. Pero ahora el cuerpo quiere moverse, expandirse, volver a sentir la energía fluyendo con fuerza.
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Camina descalza sobre la tierra o la hierba para reconectar con la energía de la Tierra.
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Haz estiramientos suaves por la mañana, como un gato que se despereza. Puedes integrar movimientos de yoga que trabajen la apertura de costados, pecho y caderas.
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Respira profundo, abre las ventanas, inhala la estación.
4. Aromaterapia y emociones primaverales
La primavera también mueve emociones: a veces trae alegría, entusiasmo y creatividad… pero también puede remover impaciencia, frustración o una cierta ansiedad.
Los aceites esenciales pueden ser grandes aliados:
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Lavanda para calmar si te sientes sobreestimulada.
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Limón o romero para despejar la mente y activar la energía.
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Geranio para equilibrar los altibajos emocionales y armonizar lo femenino.
Un ritual sencillo:
Añade unas gotas de tu aceite esencial favorito a un difusor o en un baño caliente. Tómate 10 minutos solo para ti. Respira. Siente.
5. Revisión interior: ¿qué semillas quieres plantar?
La primavera no solo es para limpiar la casa o el cuerpo, también es el momento ideal para hacer una revisión interna. ¿Qué áreas de tu vida necesitan florecer? ¿Qué proyectos, vínculos o hábitos quieres cultivar?
Puedes acompañarte de herramientas como:
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Escribir un diario para poner orden y claridad.
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Meditaciones guiadas enfocadas en la intención y el renacer.
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Rituales simbólicos como sembrar una planta o escribir tus intenciones y guardarlas en una caja que abrirás en verano.
6. Conexión con la naturaleza: tu medicina más sencilla
No hay terapia más potente que pasar tiempo al aire libre. La naturaleza en primavera es un espejo de nuestra propia capacidad de cambio y regeneración. Observa cómo todo se renueva sin esfuerzo, sin forzar, simplemente respondiendo al ritmo de la vida. Haz lo mismo contigo.
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Sal a caminar por parques, bosques, senderos.
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Siente el sol en la piel y agradece su calidez.
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Mira las flores abrirse y recuerda que tú también estás floreciendo.
Primavera eres tú
Que esta primavera no pase desapercibida. Que puedas sentirla en cada célula, en cada pensamiento más ligero, en cada acción que nace desde el amor propio. Recuerda que cuidarte de forma holística no es una moda, es un regreso a ti misma. A tu esencia. A tu naturaleza cíclica y sabia.
Florece. Respira. Ámate.
Esta es tu estación.

AROA FERNÁNDEZ FERRER
Codirectora del IVATENA
Codirectora del IVATENA. Naturópata higienista formada en distintas técnicas de desarrollo, mediación y crecimiento personal. Acompañante en procesos de cambio de hábitos y estilo de vida. Formadora especializada en alimentación energética y cocina saludable, vegana y vegetariana.
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