Descubriendo los Ritmos Circadianos: El Reloj Interno que Regula tu Bienestar

Abr 13, 2025

Desde hace años acompaño a personas que buscan reconectar con su salud y con su cuerpo. Y una de las claves que siempre sale a la luz —aunque muchas veces la pasamos por alto— es el ritmo. Todo en la naturaleza tiene un ritmo. El corazón late, la respiración fluye, las mareas suben y bajan, y el sol sale y se pone. Nosotros no somos la excepción. Vivimos en un cuerpo que sigue un reloj interno ancestral, los llamados ritmos circadianos.

Los ritmos circadianos son ciclos biológicos de aproximadamente 24 horas que regulan muchísimas funciones del organismo: el sueño, la temperatura corporal, la digestión, la secreción de hormonas, la regeneración celular, el estado de ánimo, y mucho más. Están profundamente influenciados por la luz y la oscuridad, lo que significa que están íntimamente conectados con la rotación de la Tierra y con los ciclos del día y la noche.

El cuerpo sabe qué hora es, aunque tú no lo sepas

Seguro te ha pasado: te despiertas siempre a la misma hora sin necesidad de alarma, o te entra sueño justo al caer la noche. Eso no es casualidad. Tu cuerpo está siguiendo su reloj interno, que se ubica en una región del cerebro llamada núcleo supraquiasmático (SCN), en el hipotálamo. Este pequeño centro de control se sincroniza, principalmente, con la luz natural que perciben nuestros ojos. Y aquí viene lo interesante: ese reloj necesita ciertos estímulos para mantenerse en hora. Si lo desajustamos con luces artificiales, cenas tardías, turnos nocturnos o pantallas a deshoras, empezamos a experimentar desequilibrios.

¿Qué pasa cuando ignoramos estos ritmos?

Cuando nuestros ritmos circadianos están desincronizados, pueden aparecer muchos síntomas: insomnio, fatiga constante, dificultad para concentrarse, cambios de humor, problemas digestivos, desequilibrios hormonales, aumento de peso, e incluso enfermedades metabólicas más serias como la diabetes tipo 2. Y no se trata solo de dormir mal. También se trata de comer en horarios irregulares, vivir sin pausas, saltarnos el descanso cuando el cuerpo lo pide, o exponer nuestros ojos a la luz azul del móvil justo antes de dormir.

Cómo volver a sincronizarte con tu reloj interno

Afortunadamente, volver al equilibrio es posible. Aquí te comparto algunas estrategias que recomiendo y practico:

  1. Exponte a la luz natural por la mañana: apenas te despiertes, abre las cortinas o sal a dar un pequeño paseo. Eso le dice a tu cerebro que el día ha comenzado.
  2. Respeta horarios regulares de sueño y comida: intenta dormir y comer siempre más o menos a la misma hora, incluso los fines de semana. Tu cuerpo ama la regularidad.
  3. Cena temprano y ligero: la digestión interfiere con el sueño profundo. Lo ideal es cenar al menos dos horas antes de acostarte.
  4. Reduce la exposición a pantallas por la noche: la luz azul altera la producción de melatonina, la hormona que nos prepara para dormir. Mejor libros, velas o luz tenue al atardecer.
  5. Escucha a tu cuerpo: cuando te sientas cansada, haz pausas. No todo tiene que hacerse ya. Los ritmos también incluyen momentos de descanso.

Una visión holística del tiempo

En Ivatena hablamos mucho de alimentación consciente, de infusiones curativas, de rituales, de autocuidado… pero todo eso florece con más fuerza cuando aprendemos a vivir a tiempo. No al tiempo del reloj de pulsera o del calendario laboral, sino al tiempo del cuerpo, al tiempo de la naturaleza, al tiempo interno que te dice cuándo es momento de actuar y cuándo es momento de descansar.

Volver a honrar nuestros ritmos circadianos es volver a vivir en armonía con la Tierra. Es dejar de empujar y empezar a fluir. Y eso, aunque parezca pequeño, transforma profundamente la manera en que habitamos el día a día.

Una infusión para rendirte al descanso

Y como no podía faltar, te comparto una de mis recetas favoritas para acompañar el final del día y ayudar a tu cuerpo a entrar en modo descanso. Es una infusión sencilla, deliciosa y eficaz, que puedes tomar unos 30 minutos antes de irte a la cama.

Infusión relajante de lavanda, manzanilla y melisa

Ingredientes:

  • 1 cucharadita de flores secas de lavanda

  • 1 cucharadita de flores de manzanilla

  • 1 cucharadita de hojas de melisa (toronjil)

  • Miel cruda (opcional, al gusto)

  • 250 ml de agua

Preparación:

  1. Calienta el agua sin que llegue a hervir.
  2. Coloca las hierbas en una tetera o taza y vierte el agua caliente sobre ellas.
  3. Tapa y deja reposar durante 7-10 minutos.
  4. Cuela, endulza con un poco de miel si lo deseas, y bébela despacio, con calma, como si fuera un ritual de cierre del día.

Esta mezcla ayuda a calmar la mente, relajar los músculos y preparar el cuerpo para un sueño profundo y reparador. Puedes acompañarla con una respiración lenta o con una música suave. A veces, con solo permitirnos ese pequeño gesto de autocuidado antes de dormir, todo cambia.

 

AROA FERNÁNDEZ FERRER

AROA FERNÁNDEZ FERRER

Codirectora del IVATENA

Codirectora del IVATENA. Naturópata higienista formada en distintas técnicas de desarrollo, mediación y crecimiento personal. Acompañante en procesos de cambio de hábitos y estilo de vida. Formadora especializada en alimentación energética y cocina saludable, vegana y vegetariana.

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