Edward Bach, el creador de este método, explica cómo todos nosotros poseemos un carácter propio e individual, integrado por nuestras preferencias, ideas, deseos, la forma en que tratamos a los demás, etc. Estos rasgos pertenecen a la mente, que es una de las partes más sensitivas del cuerpo, y por eso él basó sus descripciones florales en ella; es decir, en sentimientos, emociones, patrones mentales, y pautas de conducta.
Sin embargo, en sus escritos e historias clínicas Bach también se basaba en otras apreciaciones de carácter físico y funcional a la hora de emplear las distintas esencias. Al igual que el doctor Bach, muchos terapeutas florales tarde o temprano acabamos descubriendo que las Flores de Bach actúan a todo nivel, ya sea este mental, emocional, físico o espiritual; y generalmente lo hacen al mismo tiempo. Esto es así ya que todos los datos que obtenemos para prescribir las esencias (estado mental o emocional, aspecto físico, lugar donde se manifiestan los síntomas físicos y manera en que lo hacen, etc.) provienen de una misma fuente indivisible que es el ser humano.
Aplicaciones locales con Flores de Bach
Este funcionamiento a nivel local lo podemos explicar ahora con mucho más detalle que en los años 30, cuando las flores de Bach empezaban a aplicarse, gracias a los descubrimientos recientes de la física cuántica, que nos permiten entender cómo funciona la terapia vibracional.
La física subatómica nos muestra que un electrón no es exactamente partícula ni energía, ya que posee características de los dos elementos. Un fotón (partícula mínima de energía lumínica) puede comportarse alternativamente como onda y como partícula, según sea el sistema de medición que se le aplique. Por lo tanto, materia y energía no solo son intercambiables, sino que en realidad son dos manifestaciones diferentes de una misma sustancia única, de la que está compuesto todo cuanto existe en el universo. Podríamos decir que toda ilusión de solidez de la materia desaparece cuando sabemos que las partículas subatómicas están separadas por grandes espacios y que el 99% de un átomo es puro vacío. Esto se aplica también a nuestros cuerpos físicos.
Cada vez se considera más al cuerpo como un fluido que refleja automáticamente todos los movimientos de la mente. Y hoy en día se sabe que cualquier pensamiento genera una cantidad inconcebible de moléculas químicas que se propagan a todas las células del organismo. Esto nos lleva a la conclusión de que el cuerpo humano debe ser contemplado como una totalidad, y sobre todo como una compleja red de información.
¿Qué es la terapia Vibracional?
Ahora bien, ¿qué es la terapia vibracional? ¿Por qué las flores de Bach pueden actuar en aplicaciones locales sobre el cuerpo físico?
El término vibración es cada una de las variaciones periódicas del estado de un sistema físico en tanto a su posición de equilibrio. La vibración es una característica ondulatoria de la materia, tanto densa como sutil y viene dada mayormente por la actividad dinámica del átomo. Y tanto la materia como la energía tienen una capacidad vibratoria determinada.
Sabemos que cuando el cuerpo físico de una persona está sano, resuena con una determinada vibración o frecuencia energética dominante. Así que podríamos entonces considerar al ser humano como un organismo con cuerpos sutiles (energéticos) de mayor a menor densidad, constituido por sistemas físico-celulares, que interaccionan con campos de energía complejos que a su vez funcionan como reguladores.
La terapia vibracional intenta aliviar las enfermedades manipulando esos campos energéticos, mediante el aporte de altas dosis de energía sutil. Es por este motivo que las flores de Bach tienen efecto sobre todos los cuerpos sutiles, ya que son energía viva de alta frecuencia, y también pueden actuar sobre el cuerpo físico, a través de los cuerpos sutiles.
Según nos explica Bach, cuando surge un conflicto entre lo que él denomina nuestro yo superior y la personalidad, se produce una distorsión energética. Esto influye sobre el campo energético humano, produciendo un estado de ánimo negativo, que es lo que dará pie más adelante a la enfermedad, en el sentido alopático del término.
Es aquí cuando intervienen las flores de Bach, ya que cada esencia representa un campo energético sutil vibrando a una determinada frecuencia. Esta esencia cuando entra en contacto con otro campo energético sutil desequilibrado de un ser vivo actúa por resonancia vibracional, equilibrándolo.
Al aplicarse localmente las flores de Bach para trabajar sobre el cuerpo físico, se producirán una serie de procesos instantáneos hasta el nivel del cuerpo etérico, desde donde se activan los sistemas fisiológicos en una respuesta de carácter material (analgésico, antiinflamatorio, etc.)
El trabajo del Dr. Ricardo Orozco ha sido propulsor del uso de flores a nivel de aplicaciones locales en el cuerpo físico por muchos terapeutas, experimentando resultados espectaculares.
En consulta, trabajo a menudo con personas que padecen algún tipo de enfermedad, dolor o afección, manifestaciones físicas del desequilibrio energético en los diversos cuerpos. Mediante formulaciones en crema y en compresas he podido ver cómo se aliviaban dermatitis, úlceras, psoriasis, artritis, infecciones… Y no solo con personas, ¡también en animales he visto de primera mano sus efectos!
Si quieres equilibrar tu estado de ánimo o tus emociones y como consecuencia mejorar tu estado físico con la terapia vibracional de Flores de Bach, estaré encantada de recibirte en consulta.
Facilita:
Susana Sardón Rey. formada en terapia floral integrativa en la escuela española de terapia floral de Madrid. Conferenciante en diversas escuelas y establecimientos de Madrid y Valencia.
Consultora, Coach, Formadora, Terapeuta Sistémica, Homeópata y Terapeuta Floral Integrativo por la EETF. Miembro de SEFLOR y COFENAT.
Experta en Formación de Formadores. Formadora de Terapeutas Florales en Flores de Bach y otros sistemas florales y formadora en Coaching y PNL con Modelado Conductual del Comportamiento
NOTA IMPORTANTE:
Ninguna terapia puede convertirse en sustituto del diagnóstico y tratamiento del médico o profesional de la salud cualificado. El Instituto Valenciano de Terapias Naturales ofrece alternativas complementarias y nunca sustitutas y no se responsabiliza del uso o mal entendimiento de estas.
En nuestro equipo todos los profesionales se mueven dentro de esta filosofía y jamás se exceden de sus funciones a la hora de trabajar con una persona, estando sus técnicas dentro de la legalidad y atendiendo a las personas que se hallen previamente con un correcto diagnóstico médico, advirtiendo que el programa de salud es un complemento y que nunca sustituye a las normas establecidas por el profesional sanitario correspondiente.
