A veces pienso que sería estupendo ir por la vida teniendo un manual de instrucciones para cada situación que vivimos.

Que tienes dudas, miras el manual. Que no sabes hacia dónde tirar, miras el manual. Hasta para esos días en los que estamos poco finos, miras el manual.

A mí me gustan las instrucciones, me dan paz.

Cuando empecé en mi trabajo como coach y psicoterapeuta me di cuenta de que a muchos de nosotros nos vendría bien tener un manual. Lo que muchas personas necesitamos son soluciones concretas que puedan ser fácilmente aplicables en el día a día.

Así que yo misma me puse a hacerme mis propios manuales. No podía guiar a otras personas si yo no tenía hechas las instrucciones sobre mi vida. Quería llegar a poder decirles a mis clientes: «Si te pasa esto, la solución es esta: paso uno, paso dos, paso tres». Para esto yo misma tenía que ser el objeto de mi propia investigación.

Te estoy hablando de algo que empezó en el año 2013. Hace 10 años que me estoy investigando. Han sido 10 años que han dado para mucho. Entre medias he tenido una hija y un hijo, casi me separo de mi pareja, he hecho cambios de trabajo, he sentido ganas de dejarlo todo e ilusión por empezar de nuevo.

Imagínate todos los manuales que he escrito sobre mí misma y el porqué de mis tristezas, miedos, enfados y alegrías. Puedo escribir una obra maestra sobre Adelaida Enguix. Ahora estoy en paz con mi propio historia.

Comercialmente hablando, hay muchos manuales con soluciones fáciles y plagadas de instrucciones que supuestamente funcionan. Hay gurús, coaches, psicólogos y jefes de marketing que se dedican a vender estas ideas. Son fáciles de crear y de vender y muy consumibles en redes sociales. Cuando leemos uno de estos manuales, nos hacen sentir bien, seguros y cómodos, aunque las instrucciones no tengan nada que ver con nosotros mismos o con lo que necesitamos. Calman nuestra ansiedad.

¿Por qué nos atraen tanto estos manuales? Primero, porque todos somos muy del esfuerzo cero y nos gusta que nos den todo masticado.

Segundo, porque pensamos: «¡Bien, esta es la solución!», pero en cuando intentamos ponerla en práctica, nos damos cuenta que no nos funciona y terminamos peor de lo que empezamos.

Tercero, porque nos gustan las instrucciones, y si son cortas y claras mejor. Muchos sufrimos de déficit de atención, nos cuesta leer y pensar. El día día nos lleva por delante y necesitamos un salvavidas rápido.

Hoy vengo a decirte que los mensajes que se quedan y que te sirven para coger impulso y moverte hacia delante son los que salen de ti.

Lo que te sirve es lo que has masticado, procesado y transformado en un mensaje propio con tu historia personal. Tú y tus circunstancias. Este mensaje ya no es el mismo del libro, del post o del tweet. Es otro nuevo porque es tuyo. Es tu propio manual de instrucciones.

Llegados a este punto, ¿Dejarías que otra persona escribiera el libro de instrucciones de tu vida? La respuesta seguramente sea no.

El manual de instrucciones tienes que escribirlo tú. Y puedes escribirlo tú.

Así que hoy tengo el inmenso placer y la inagotable ilusión de presentarte el curso Sexo y dinero. En este curso mi objetivo es que descubras tu propio manual de instrucciones sobre la abundancia, el amor y el placer. Lo que yo te diga puede inspirarte o darte pistas, igual que lo que te digan otros formadores, escritores y conferenciantes, pero la parte más importante del curso no es lo que yo te comparta, sino lo que brote de ti a medida que realizamos los ejercicios, dinámicas y reflexiones de autodescubrimiento y trabajo interior. Este es un curso totalmente vivencial.

El curso Sexo y dinero es una oportunidad para encontrar la claridad, la confianza, la dirección y todo lo que consideres que te falta ahora mismo para aumentar la abundancia en tu vida. La abundancia es alegría, bienestar y paz. También es compartir, dar y recibir. El éxito y el placer son alimentados por la abundancia.

Durante el curso trabajaremos, entre otras cosas, con nuestras creencias limitantes, descubriremos cómo darles la vuelta y, lo más importante, cómo integrar los cambios de creencias en nuestra vida.

Te voy a poner ejemplos de expresiones que habrás escuchado o dirás: «¡Uy, qué caro!», «Ha cambiado de coche… le irá bien», «Tú, de lo tuyo, ¿ganas bien?» «A mí es que el sexo no me gusta mucho», «Hace mil que mi pareja y yo no practicamos sexo», «¡Calla! De eso (sexo) no se habla en público».

Créeme, esta forma de hablar no acerca al amor ni al sexo ni a la riqueza. Observa cuántas veces hablas bien del dinero o tienes relaciones sexuales plenamente satisfactorias. Pregúntate si vives el éxito en la cama y el placer en el dinero.

Todo esto son creencias que vienen de tu propia historia personal, de tu familia, de tu círculo social y no son tú al 100%, te impiden expresarte plenamente y te limitan.

Muévete.

Da un paso del «no hay» al «hay mucho». Camina desde la carencia a la abundancia. Esto también se ve en la cama; la carencia se lleva el sexo.

Como diría Jodorowsky: “Lo que doy, me lo doy. Lo que no te doy, me lo quito.”

Da y date. Sé generoso y generosa con la vida. Déjate dar y recibir sin prejuicios. Tu cuerpo y tus sentidos son grandes maestros.

Ven y escribe tu propio manual de instrucciones sobre la abundancia y sobre el sexo y el dinero.

Un cálido abrazo,

Adelaida Enguix