Mis desayunos con Bert Hellinger

Jun 27, 2024

“Yo no sé cómo no te has desconocido antes”
Mamen Monsoriu
Cuando piensas que ya tienes la edad y las experiencias suficientes como para haber construido una especie de cimiento sólido en el que vivir, viene una nueva mirada que arrasa con todo y te das cuenta que lo pensabas que era simplemente ya no es.
Eso me pasó el día que conocí las Constelaciones Familiares y a la persona que las desarrolló, Bert Hellinger. Tras mucha confrontación, resistencias y permitirme a mí misma alterar lo construido, me rendí. Pude hacerlo porque fui comprobando el efecto casi mágico ―si vemos lo mágico como un cambio antes impensable que no sabemos a qué se debe ―que esta nueva mirada ocasionaba en todo lo que iba tocando de mi vida. Una cosa tras otra se iba cayendo y se volvía a mostrar delante de mí totalmente deconstruida, como dicen ahora los cocineros y las cocineras más chics.
Si miro hacia atrás, me doy cuenta que siempre estuve en modo búsqueda. Me hago preguntas desde que soy pequeña y quien pregunta, termina por tener respuestas. Y aquí encontré muchas soluciones, por eso me quedé. Siento que, en este momento, años después de conocer las Constelaciones, hacer la formación y desarrollarme a nivel profesional en ellas, Bert Hellinger sigue impactando en mí a través de lo que dejó escrito, que es mucho. Creo que tengo todos sus libros ―o casi todos―y los revisito muchas mañanas cuando necesito sintonizarme a eso que aún no sé nombrar, pero sé que existe.
Tengo la certeza (quizá mañana se disuelva) de que vivimos en una época en que los maestros y las maestras son todas y cada una de las personas con las que voy coincidiendo y compartiendo lo cotidiano todos los días. Por lo tanto, considero a Hellinger un maestro más, como una especie de amigo. No lo veo como un gurú inalcanzable e iluminado en una lejana cima. Él lo dijo en alguna ocasión, ante una pregunta acerca de cómo llevaba alguna de las tantas críticas que tuvo: «dejarme ser humano», es decir, dejar que me moleste y me aturda lo cotidiano, no me subáis a ningún pedestal. Por lo tanto, desde aquí me acerco a él, así lo leo y lo hago presente, como una persona común que ahondó de una manera poco común en el alma de la familia.
Para mí es una delicia leerle, os invito a que os acerquéis a sus escritos, aparentemente no tiene una prosa fácil, eso dicen algunos, pero a mí me caló desde el principio. Sus razonamientos son desnudos y es ahí donde radica su tremenda fuerza. Va directo y sin rodeos a lo que quiere abordar, hay tanta coherencia que abruma y en ocasiones necesitas un respiro entre párrafos.
Adentrarse en su universo a través de sus ensayos, es conocer a la persona que los escribió y sentirse acompañado. Recorrer el camino de las Constelaciones es toda una experiencia, distinta para cada persona, pero transformadora para todas. Poder envolvernos y cobijarnos en sus textos puede tener un efecto balsámico.
Alertar que no se sale de ese trayecto de dos años que es la formación de Constelaciones Familiares igual que se entró. Son dos años de profundo movimiento, de sacudida. Los seminarios obligan a mirar de frente una y otra vez episodios que hemos maquillado u olvidado para poder sobrellevarlos. No es una travesía cómoda, pero a la vez es tremendamente oxigenadora, por paradójico que parezca. Lo que más me sigue fascinando de esta mirada es que no puedes cuestionar ni sus bases ni sus principios, es imposible. A mí, que soy de naturaleza contestona y es difícil dejarme sin palabras o argumentos, esto me revolvió al principio, para caer rendida después. Como dijo una periodista que lo entrevistó: «Hellinger confundió mi cabeza y conquistó mi alma». Suscribo tal cual esta afirmación.
Además de impartir algunos seminarios como formadora, también soy tutora de algunos grupos, y todos los años en las diferentes promociones que han pasado por el IVATENA observo esto que os cuento, las resistencias de alguna/os alumna/os a según qué temas, la cara de sorpresa o de desconcierto, la negación, la implosión, el congelamiento ante lo que aún no están preparadas/os, las respiraciones entrecortadas, la vulnerabilidad, las ganas de huida, la gran valentía que tienen, la entrega y la paulatina rendición, para terminar el proceso entregados al nuevo camino que tienen por delante, porque esto es lo que pasa, que el camino ha cambiado, siendo el mismo, lo percibimos de otra manera. Siento que es un profundo privilegio acompañar estos procesos que me permiten seguir aprendiendo, tengo una profunda gratitud a todas las personas que me han permitido estar a su lado.
Alguien dijo que todos podríamos pintar como Goya, a veces pienso en esto. Creo que se refiere a que todos tenemos la capacidad de materializar casi cualquier cosa si nos proyectamos en ello. Bert Hellinger tuvo una vida apasionante, así me lo parece a mí. Aún sigo en mis desayunos con él, adivinando y conociendo matices de su recorrido. Su coherencia es uno de los rasgos que más admiro. Y su amorosa mirada, tan distinta a lo que yo tenía catalogado como amor. Sí, con Hellinger he aprendido otros matices que para mí estaban ocultos.
Mirar con admiración, fortaleza y sin lástima a las personas que tienen una dura experiencia de vida y un destino difícil es un ejemplo que puede clarificar a qué me refiero con este mirar amoroso que he aprendido de él. Yo antes miraba compadeciendo e intentaba consolar, ahora sé que esto debilita a la persona. Es sencillo, con esa mirada estoy diciendo «pobre persona, lo que está pasando, no sé cómo puede soportarlo»; si la miro pensando «vaya fortaleza debe tener para poder sostener estas circunstancias» estoy aportando dignidad y respetando su camino de vida.
Podría seguir extendiéndome, es fácil hablar de lo que nos apasiona y tan solo pretendo compartir la experiencia de leer a Hellinger. Toda experiencia es algo que cada persona debe elegir transitar si así lo siente. Así que si es tu momento y este camino llama a tu puerta, espero de corazón que te adentres en el universo de este hombre común que a mí me mostró cuando lo conocí la mirada más amorosa que he visto en toda mi vida.
PROFUNDIZA EN CONSTELACIONES FAMILIARES
La formación de Constelaciones Familiares es un profundo viaje de crecimiento personal en el que aprenderás a llevar la mirada inclusiva de las constelaciones a todos los ámbitos de tu vida: relaciones familiares, pareja, dinero, trabajo…
Las Constelaciones Familiares transforman completamente nuestra visión de la vida y nos permiten superar bloqueos y abrir nuevos caminos gracias a la comprensión del origen de nuestros conflictos. La formación también hace posible que ejerzas profesionalmente como facilitador de constelaciones.

ISABEL LLANO BLANCO

ISABEL LLANO BLANCO

Codirectora del IVATENA

Codirectora del IVATENA. Naturópata. Baño de vapor fitoterapéutico. Facilitadora de Constelaciones Familiares. Especializada en salud geoambiental y tóxicos ambientales.

¿QUIERES SABER MÁS O APUNTARTE?

Escoge la opción que más te guste: email o teléfono. Estaremos encantados de ayudarte.

Suscríbete a nuestra Newsletter

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?