Multitasking: la trampa silenciosa

Abr 9, 2025

Evitar el multitasking: el arte de hacer una sola cosa a la vez y disfrutarla

Durante mucho tiempo creí que hacer varias cosas a la vez era una virtud. Que si podía responder correos mientras cocinaba, hablar por teléfono mientras caminaba o escribir mientras escuchaba un podcast… estaba aprovechando mejor mi tiempo. Y quizás tú también lo has pensado. Pero lo cierto es que el multitasking, aunque parezca eficiente, nos desconecta profundamente de nosotros mismos.

Con el paso del tiempo y gracias a mi camino en las terapias naturales, descubrí que hacer muchas cosas a la vez no significa hacerlas bien. Tampoco significa estar presente. Ni mucho menos, vivir con calma.

Hoy te quiero contar por qué evitar el multitasking es uno de los mejores regalos que podemos hacernos. Porque no solo mejora nuestra concentración y productividad, también nos devuelve la paz, la claridad mental y el equilibrio emocional.

¿Qué es el multitasking y por qué lo hacemos tanto?

El multitasking (o multitarea) es esa costumbre de hacer varias cosas a la vez. Vivimos en una cultura que lo celebra: rapidez, eficiencia, estar disponible siempre, dar respuesta inmediata. Pero la mente humana no está diseñada para funcionar de esa manera. De hecho, cuando saltamos de una tarea a otra, nuestra concentración se fragmenta y nos agotamos mucho más.

Entonces, ¿por qué lo hacemos? Porque hemos normalizado la hiperexigencia, el miedo a “perder el tiempo” y la sensación de que no llegamos a todo. Pero aquí va un dato revelador: hacer una cosa a la vez nos permite ser más efectivos que hacer tres a la vez sin terminar ninguna.

Multitarea y sistema nervioso: una relación agotadora

Desde la mirada de las terapias naturales, el multitasking genera una estimulación constante del sistema nervioso simpático, el que se activa en situaciones de estrés. ¿El resultado? Cansancio mental, ansiedad, insomnio, irritabilidad, problemas digestivos, sensación de desconexión…

Cuando decides centrarte en una sola cosa, activas el sistema nervioso parasimpático, el que nos ayuda a relajarnos, a regenerar y a estar en modo «presencia». Y ahí es donde empieza la magia.

Cómo volver al enfoque único (y disfrutarlo)

No se trata de hacer menos, sino de hacer distinto. De reconectar con un ritmo más consciente, con la atención plena, con la calidad sobre la cantidad. Aquí te comparto algunas claves que a mí me han funcionado mucho:

1. Empieza el día con una sola intención

Antes de mirar el móvil o revisar la agenda, conecta con una única intención para tu día. Pregúntate: ¿Qué es lo más importante hoy? Eso te ayudará a ordenar prioridades y a no dispersarte.

2. Haz pausas entre tarea y tarea

Cuando termines algo, para. Respira. Muévete un poco. Así le das tiempo a tu mente a cerrar un ciclo antes de empezar otro.

3. Usa listas con orden realista

A veces nos ponemos 10 tareas para un día en el que solo caben 3. Aprende a soltar lo que no es urgente. Y haz espacio para lo importante.

4. Practica la presencia en las cosas simples

Mientras cocinas, solo cocina. Mientras tomas un té, solo toma el té. Mientras hablas con alguien, solo escucha. Parece obvio, pero no lo hacemos casi nunca. Y ahí está el gran poder.

5. Elimina distracciones

Apaga notificaciones, pon el móvil en modo avión cuando necesites concentrarte, y crea momentos sin pantallas. El mundo no se va a caer. Tu paz sí puede tambalearse si no haces espacio para ella.

¿Y si el multitasking fuera una forma moderna de autoabandono?

Esta pregunta me hizo parar en seco cuando la escuché por primera vez. Porque muchas veces el multitasking es una forma de no escucharnos, de evitar el silencio, de tapar lo que sentimos. Cuando hacemos varias cosas a la vez, no dejamos espacio a la introspección, al cuerpo, a la emoción.

Volver a una sola cosa a la vez es también volver a mí. Y ese viaje, aunque desafiante, siempre merece la alegría.

Mi ritual para reconectar (por si te sirve también)

Cuando siento que estoy en modo «robot multitarea», me detengo y hago algo sencillo: me preparo una infusión con hierbas que calman (melisa, lavanda o manzanilla), respiro profundamente tres veces, cierro los ojos un instante y me pregunto: ¿Qué necesito ahora? Solo eso. Y desde ahí, elijo la siguiente acción con presencia.

Te dejo una reflexión: 

El multitasking nos agota más de lo que nos ayuda. Evitarlo no es un capricho, es una forma de autocuidado. De estar más presentes, más conectadas, más vivos.

Y como todo hábito, se cambia poco a poco. Empezando por algo tan simple como apagar el móvil mientras comes, o dedicarte 100% a una sola cosa durante media hora. Verás que, cuando lo pruebas, tu cuerpo lo agradece… y tu mente también.

Permite a tu ser conectarse con la vida.

AROA FERNÁNDEZ FERRER

AROA FERNÁNDEZ FERRER

Codirectora del IVATENA

Codirectora del IVATENA. Naturópata higienista formada en distintas técnicas de desarrollo, mediación y crecimiento personal. Acompañante en procesos de cambio de hábitos y estilo de vida. Formadora especializada en alimentación energética y cocina saludable, vegana y vegetariana.

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