Las enfermedades autoinmunes son un problema cada vez más acuciante en las sociedades occidentales. Se estima que un 10% de la población española ha sido diagnosticada con algún tipo de enfermedad autoinmune. Por tanto, resulta muy necesario conocer qué posibilidades nos ofrecen los remedios naturales y las plantas medicinales para prevenirlas y tratarlas, así como otros posibles abordajes terapéuticos que nos brinda la Naturopatía (desde la nutrición, el acompañamiento del proceso y otras terapias holísticas).
Actualmente la prevalencia de enfermedades autoinmunes en la sociedad es cada vez mayor. Algunas estimaciones indican que hasta el 20% de la población podría padecer alguna enfermedad autoinmune, y resulta especialmente significativo que las mujeres tienen 2.7 veces el riesgo de padecerlas, y según investigaciones recientes, los indicadores de autoinmunidad han aumentado considerablemente desde el 1988, sobre todo entre jóvenes.
Estas enfermedades normalmente condicionan y limitan en mayor o menor medida la vida de quien las sufre, volviéndose crónicas en numerosos casos. Por suerte, la medicina integrativa y la Fitoterapia (el estudio y empleo de las plantas medicinales) pueden emplearse con éxito para prevenirlas, aliviar la sintomatología, ponerlas en remisión e incluso, en algunos casos, ayudar a tratarlas.
Una enfermedad autoinmune se produce cuando el sistema inmune de una persona ataca a algunos de sus componentes biológicos propios (o foráneos) al considerarlos como una amenaza, sin serlo realmente. Es entonces cuando componentes naturales y no peligrosos del ser humano toman el rol de antígenos, es decir, sustancias y compuestos capaces de generar una respuesta inmunitaria en el organismo. Este «cortocircuito» inmunitario en el organismo resulta en una respuesta desproporcionada del sistema inmune, produciendo en la mayoría de ocasiones una sintomatología inflamatoria y de hipersensibilidad al elemento antígeno.
Por ejemplo, en la diabetes tipo 1 el organismo destruye las células beta del páncreas, productoras de insulina. En la artritis reumatoide se produce una respuesta inflamatoria de las articulaciones. En la enfermedad de Crohn la respuesta inflamatoria se produce en la pared intestinal. Así, el sistema inmune busca resolver y eliminar aquellos componentes del organismo que detecta como amenaza, generando la enfermedad autoinmune en cuestión.
En este artículo estudiaremos algunas de las plantas medicinales indicadas para tratar algunos de los problemas asociados con las enfermedades autoinmunes.

Jengibre: antiinflamatorio natural
El rizoma de la planta Zingiber officinale (jengibre) posee unas formidables propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden mejorar la sintomatología inflamatoria en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y otras.
Además, ayuda a eliminar elementos patógenos del tracto digestivo que puedan estar generando una infección y una posible disbiosis intestinal, siendo esta condición un posible trampolín hacia la permeabilidad intestinal y la intoxicación del organismo.
Contraindicaciones: en casos de úlcera péptica o reflujo gastroesofágico no se debe abusar.
Preparados fitoterapéuticos: podemos tomar 10 g de raíz en polvo al día repartida en dos tomas, con las comidas, para tratar inflamaciones del sistema digestivo.
Si deseamos abordar problemas inflamatorios musculares o articulares es posible realizar cataplasmas de esta droga vegetal, aplicándolos calientes, pero sin quemar, en la zona afectada. Repetiremos esta operación cada 10 minutos durante media hora.
Para realizar la cataplasma:
- Hervimos 50 g de jengibre cortado en rodajas en 1 litro de agua durante 5 minutos y dejamos reposar el preparado otros 10 minutos.
- Filtramos el agua en otro recipiente, y cuando esta ya no queme pero siga caliente, empapamos un trapo de tela y lo aplicamos en la zona de dolor.
- Reemplazamos el trapo húmedo por otro nuevamente empapado en la decocción de jengibre cada 10 minutos. Podemos prolongar la exposición de la cataplasma hasta 30 minutos.

Artemisa dulce: inmunomoduladora
La artemisa dulce (Artemisia annua) se ha convertido en una planta medicinal bastante popular gracias a su potente acción antiviral, antibacteriana y antiparasitaria. De hecho, actualmente se recomienda por la OMS para combatir la malaria en su programa Artemisinin Combination Therapy (ACT). Podríamos decir que es una gran aliada para un amplio espectro de infecciones orgánicas.
No obstante, su acción inmunomoduladora es realmente interesante a la hora de abordar las enfermedades autoinmunes, ya que posee la capacidad de regular el sistema inmune para que la respuesta del mismo sea mucho más amable, a la hora de atacar el propio organismo, como sucede en las enfermedades autoinmunes.
De este modo, además de abordar la sintomatología inflamatoria a través de otras drogas vegetales, podemos también incidir en el SI para que su ataque hacia el organismo sea más modulado y no tan elevado, previniendo así posibles brotes inflamatorios.
Contraindicaciones: no existe evidencia de seguridad en mujeres embarazadas, durante la lactancia y en niños menores de 6 años. En dosis altas puede resultar tóxica en mujeres embarazadas.
Preparados fitoterapéuticos: actualmente podemos encontrar en el mercado comprimidos, cápsulas y hoja desecada de Artemisia annua. No obstante, es importante emplear aquellos preparados que concentren una elevada cantidad de artemisinina (de 1,5%-2,3% por cápsula), para garantizar así su potencial terapéutico.
También podemos realizar infusiones de sus hojas, lo cual es más económico y autosuficiente, aunque su eficacia terapéutica será menor.
La dosis máxima en infusión al día es de 6 g. Se toman 2 o 3 infusiones al día, infusionando unos 2 g de artemisa (1 cucharadita) por cada taza de agua caliente, sin que rompa a hervir en ningún momento. Dejamos reposar el preparado durante 5–10 minutos, lo filtramos y lo tomamos.

Malvavisco: mejora la permeabilidad intestinal
La raíz de malvavisco (Althaea officinalis) es una planta medicinal con grandes propiedades para mejorar nuestra microbiota y el estado de nuestro sistema digestivo.
Con el malvavisco podemos hacer frente a la permeabilidad intestinal, condición preexistente en numerosas personas con enfermedades autoinmunes. Su composición rica en mucílagos logra estimular la viabilidad y la proliferación de las células epiteliales, reparando las mucosas gástricas dañadas y reforzando las paredes de tracto digestivo.
Gracias a esta acción, combinada con una regeneración de la microbiota intestinal y la eliminación de elementos patógenos, los tóxicos que ingerimos dejan de atravesar la barrera intestinal y no pasan al torrente sanguíneo y, por consiguiente, a todo nuestro organismo.
Además, regula la motilidad intestinal y suaviza las mucosas gástricas, aspectos muy importantes en trastornos como el intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad de Crohn.
Contraindicaciones: no existe evidencia de seguridad en mujeres embarazadas, durante la lactancia y en niños menores de 3 años. Los mucílagos pueden afectar a la absorción de otros fármacos, por tanto, es preferible tomar los fármacos 30 minutos antes o dos horas después de haber tomado raíz de malvavisco.
Preparados fitoterapéuticos: la raíz de Althaea officinalis la podemos encontrar directamente como droga vegetal triturada o bajo la forma de diversos preparados fitoterápicos como extractos secos o hidroglicerados. En función de nuestra tolerancia a su sabor podemos escoger cápsulas, comprimidos o preparados líquidos. Según su concentración y riqueza en mucílagos, así será su potencia terapéutica.
No obstante, podemos elaborar también una maceración acuosa en frío para beneficiarnos de sus propiedades. Su realización es sencilla:
El macerado se prepara incorporando 150 ml de agua (a temperatura máxima de 40ºC) sobre 5 g de raíz de malvavisco triturada. Se deja reposar durante 30 minutos, removiendo con frecuencia. Una vez pasado este tiempo debe ser filtrado y utilizarse inmediatamente después de su preparación.
La posología sería la siguiente:
- Macerado acuoso frío: 3-5 g de droga en 150 ml de agua, hasta 3 veces al día.
- Infusión (adolescentes, adultos y ancianos): 2-5 g en 150 ml de agua, tres veces al día (dosis máxima diaria: 15 g).
- Extracto fluido (1:1, etanol 25%). Adultos y ancianos: 2-5 ml, 3 veces al día (6-16 ml/día).

Otras plantas medicinales para enfermedades autoinmunes
Las que hemos visto son solo algunas de las cientos de plantas con propiedades beneficiosas para aliviar los síntomas relacionados con muchas enfermedades autoinmunes (como son la inflamación, la disbiosis y permeabilidad intestinal, la desregulación del sistema inmune, etc.).
Otras plantas medicinales interesantes que merece la pena investigar y aplicar según cada caso son las siguientes:
- Con acción antiinflamatoria y analgésica: romero (Rosmarinus officinalis), sauce blanco (Salix alba), clavo (Syzygium aromaticum), harpagofito (Harpagophytum procumbens).
- Demulcentes, protectoras y regeneradoras de la mucosa gástrica: aloe vera (Aloe barbadensis), caléndula (Calendula officinalis), regaliz (Glycyrrhiza glabra), llantén (Plantago lanceolata).
- Inmunomoduladoras: reishi (Ganoderma lucidum), shitake (Lentinula edodes), ajo (Allium sativum).
- Desintoxicantes: cilantro (Coriandrum sativum), cardo mariano (Silybum marianum), alfalfa (Medicago sativa).
- Antidiabéticas: estevia (Stevia rebaudiana), alholva (Trigonella foenum-graecum), goma de guar (Cyamopsis tetragonoloba).
Un uso preventivo, en cantidades pequeñas o moderadas, resulta seguro en la mayoría de casos, sobre todo si las ingerimos en infusiones o decocciones, ya que su efecto terapéutico es más suave.
Para el empleo de estas plantas medicinales y cualquier otra como forma de tratamiento, es altamente recomendable contar con el asesoramiento de un profesional de la salud y/o fitoterapeuta o naturópata, e imprescindible en el caso de que padezcamos alguna enfermedad, condición o trastorno notable o bien queramos aplicarlas en etapas delicadas de la vida, como son el embarazo, la lactancia o la niñez. En cualquier caso, debemos estar siempre atentos a las contraindicaciones.
Bibliografía
- «Porcentaje de población diagnosticada con enfermedades autoinmunes en España en 2018, por grupos de edad», Encuesta Nacional de Salud y Bienestar, 2018.
- Fitoterapia.net, monografías de plantas medicinales. www.fitoterapia.net
- European Medicines Agency, Science Medicines Health. www.ema.europa.eu
- Castillo García, E. Martínez Solis, I. Manual de fitoterapia, Barcelona, España; Editorial Elsevier, 2016.
- Cebrián Puyuelo, Jordi. Diccionario de las plantas medicinales. Barcelona, RBA Libros, 2017.
- Dinse, G. E., Parks, C. G., Weinberg, C. R., Co, C. A. Wilkerson, J., Zeldin, D. C., Chan, E. K. L. & Miller, F. W. «Increasing prevalence of antinuclear antibodies in the United States» Arthritis Rheumatol 72, 6 (2020): 1026–1035.
- Font Quer, Pio. Plantas medicinales, el Dioscórides renovado. Barcelona, Ediciones Península, 2007.
- Vanaclocha, B. Cañigueral, S. Fitoterapia vademécum de prescripción, Barcelona, España. Editorial Elsevier, 2019.

De las propiedades de las plantas medicinales, sus usos y preparados fitoterapéuticos, se encarga la disciplina de la Fitoterapia. En el Instituto Valenciano de Terapias Naturales preparamos a profesionales de la Naturopatía en esta rama del conocimiento herbal, así como ofrecemos también de forma independiente los estudios de Fitoterapia.
Si lo que has leído ha resultado de interés para ti y quieres descubrir más sobre esta fascinante disciplina, te invitamos a que conozcas la formación de 9 meses de Fitoterapia.
Nota Importante. Ninguna terapia puede convertirse en sustituto del diagnóstico y tratamiento del médico o profesional de la salud cualificado. El Instituto Valenciano de Terapias Naturales ofrece alternativas complementarias y nunca sustitutivas y no se responsabiliza del uso o mal entendimiento de estas. En nuestro equipo todos los profesionales se mueven dentro de esta filosofía y jamás se exceden de sus funciones a la hora de trabajar con una persona, estando sus técnicas dentro de la legalidad y atendiendo a las personas que hayan sido diagnosticadas previamente por un médico, advirtiendo que el programa de salud es un complemento y que nunca sustituye a las normas establecidas por el profesional sanitario correspondiente.

CHRISTIAN GILABERTE
Fitoterapeuta Holístico
Herbología y fitoterapia. Posgrado de fitoterapia por la Universidad de Barcelona. Técnico superior en gestión de recursos naturales. Medicina forestal. Profesor de la formación de Fitoterapia holística.
¿QUIERES SABER MÁS O APUNTARTE?
Escoge la opción que más te guste: email o teléfono. Estaremos encantados de ayudarte.
Suscríbete a nuestra Newsletter