Una sesión de terapia sexual de pareja es, por encima de todo, un acto de amor y valentía. Supone abrir vuestra intimidad ante una tercera persona que hará de espejo imparcial para que podáis ver y resolver el problema que os ha traído hasta aquí.

La idea de ir a terapia sexual de pareja puede generar un poco de inquietud, pero enseguida se establece un clima de confianza en el que vuestras dificultades son atendidas en toda su amplitud. El solo hecho de empezar a ocuparnos juntos de lo que nos sucede ya inicia un cambio en la relación.

El buen sexo en la pareja nos vincula, fortalece y hace crecer la relación. Sin embargo, el sexo es un elemento frecuente de malestar dentro de las parejas. Casi nadie habla de ello en profundidad y menos se plantea acudir a terapia sexual de pareja, así que, si estás leyendo esto, ya estás dando el primer paso para recobrar esa intimidad que tanto os une. Enhorabuena por tu valentía.

Es complicado tener perspectiva sobre lo que nos está sucediendo cuando lo sexual está implicado, pero esperar no soluciona las cosas, al revés, suele agravar el problema.

Bien porque el sexo no va como nos gustaría y eso perjudica otros ámbitos de la relación, o bien porque estamos teniendo otra serie de problemas que han afectado a nuestra vida sexual, mirar para otro lado nunca va a ayudarnos, ni como individuos, ni como pareja. La sexualidad es un área importante de nuestra vida; atenderla es cuidarnos.

Recuerda que, estéis en el punto que estéis, cualquier crisis trae consigo la oportunidad para el cambio y la terapia no solo ayuda a resolver las dificultades entorno al sexo, sino que también puede convertiros en mejores amantes.

Cómo es el proceso de la terapia sexual de pareja

La primera sesión es para que nos conozcamos los tres y veamos con una nueva perspectiva cuál es el problema principal, así como para ir dando los primeros pasos hacia la resolución. Después, nos veremos por separado en sesión individual, para volver a tener de nuevo una sesión conjunta en la que os expondré un análisis detallado de lo que está sucediendo y la vía de trabajo que vamos a adoptar. A partir de este punto tendréis claro el camino a seguir y comenzará la segunda etapa de la terapia.

En esta segunda etapa utilizaremos herramientas de la sexología tradicional y el Coaching, del tantra y el taoísmo y de la terapia sistémico-familiar, además de las propias de la terapia integral de pareja.

Las sesiones duran una hora y media. La periodicidad la elegimos en función de vuestros tiempos y necesidades, así como las del tratamiento, para garantizar la efectividad del mismo.

Entre sesiones, es necesario que hagáis los ejercicios pactados para ir avanzando en la mejoría de vuestra vida sexual. Estos ejercicios están pensados y adaptados para cada pareja en particular.

Si quieres que hablemos sobre las sesiones, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de contestar todas las dudas que tengas.