En la formación de Coaching Terapéutico los alumnos dan su valioso testimonio con muchas ganas de comunicar a los demás lo que han aprendido.

He tenido alumnos de todo tipo: terapeutas de terapias manuales como Quiromasajistas, osteópatas y fisioterapeutas; terapeutas de Reiki o de Flores de Bach, médicos, enfermeras, psicoterapeutas de Gestalt o de otras disciplinas, psicólogos, profesionales de Recursos humanos, funcionarios y personas que se han acercado a la formación porque querían cambiar de actividad y dar otro rumbo a su vida.

Todos ellos han aprendido, han cambiado personal y profesionalmente para mejor y han conseguido conocer los detalles de esta disciplina, en cuanto a trabajar con personas en el día a día.

La formación les parece muy completa, dinámica aplicable. Cada una de las herramientas que aprenden la experimentan ellos mismos tal como explica esta alumna. Y así comprueban cómo esa herramienta resuelve y llega a donde tiene que llegar.

Los participantes cambian muchísimo. Antes de la formación se sienten indecisos sobre qué decir al cliente específicamente…, no saben muy bien cómo guiarle y como ayudarle para que su vida mejore. Sobre todo, se dan cuenta después, al finalizar la formación es cuando ven que no sabían cómo resolver determinados problemas de las personas que acudían a su consulta o de ellos mismos, y esto aparece muy evidente una vez conocen todas las herramientas del Coaching terapéutico.

Se sienten preparados, “completamente preparados, dicen… Es una formación “terminada” Los alumnos explican cómo con estas herramientas logran llevar la sesión a donde ellos quieren, no se desvían y expresan su satisfacción al haber realizado una formación tan práctica que les ha dado pautas claras sobre qué hacer en cada momento.

Algunos con mucha experiencia dicen que con el Coaching Terapéutico han podido ver más allá de lo que les cuentan sus clientes y actuar de forma diferente a como lo hacían antes. Dicen que ahora se sienten mucho más seguros y confiados en que su cliente va a poder cambiar aquellos comportamientos que estaban enquistados como ideas fijas y que ahora ellos como Coach pueden ayudar a estas personas a modificar estas actitudes en su vida.

Os animo a que, como muchos de mis alumnos, conozcáis esta formación de Coaching Terapéutico, que lo reviséis, que os preguntéis a vosotros mismos si sabéis como ayudar y cómo resolver todas las dificultades de las personas que acuden a vosotros.

Y si no es así, si consideráis que os queda por aprender, tal como yo considero de mi misma, que me queda mucho por aprender y mejorar; si tenéis este punto de vista, os recomiendo que echéis una mirada a esta formación maravillosa de la cual tanto terapeutas y profesionales como sus clientes, salen transformados.

Ejerzamos pues una buena influencia en nuestro entorno; lo dejo en vuestras manos y en vuestro saber hacer, la conciencia de que todos deberíamos aportar nuestra mejor versión y nuestra mejor influencia en la sociedad y en este planeta en general.