La intuición es una poderosísima herramienta que nos puede ayudar en todos los ámbitos de nuestra vida. También la intuición juega un papel importante cuando aprendemos sobre plantas medicinales, pues su poder va más allá de los beneficios que ha encontrado la ciencia. La Herbología sensorial, que emplea recursos como la intuición, la observación y la creatividad, es una disciplina que complementa y expande nuestros conocimientos en Fitoterapia, aportando una cornucopia de información valiosa sobre el carácter energético y emocional de las plantas.
La Herbología sensorial revela nuestro conocimiento inherente de las plantas medicinales a través de la observación, la intuición y la interpretación, mientras vemos, saboreamos, tocamos, olemos e incluso dibujamos para conectarnos profundamente con las hierbas. Herramientas como la meditación, la escritura creativa, la discusión con otras personas y el folclore también nos ayudan a descifrar el lenguaje de las plantas.
La Herbología sensorial está basada en la tradición herbal occidental y las herramientas que se han utilizado tradicionalmente para conectarse con las plantas y comprenderlas, utilizando tanto nuestros sentidos e intuición como el cerebro analítico.
En este artículo vamos a indagar en algunas de estas herramientas clave y descubrir cómo conectar con las plantas medicinales de nuestro entorno a través de la intuición y la observación.
Ejercicio de observación
La observación de una planta va mucho más allá del sentido de la vista. El tacto de sus hojas (resinoso, peludo, liso...), la escucha (cómo suena cuando corre brisa o si la frotamos entre los dedos), a qué huelen las distintas partes y qué nos hace sentir, y un largo etcétera. Todo esto nos proporciona información y, sobre todo, interviene en nuestra percepción intuitiva de la planta.
Cuanto más familiarizados estemos con el aspecto, olor, sabor o tacto de una planta, más empezaremos a notar las similitudes con otras hierbas. Las plantas que son nuevas para nosotros podrán parecer reconocibles, pues nos recordarán a una planta aliada más familiar, de la misma forma en que a veces establecemos una conexión con una persona extraña que nos recuerda a un amigo cercano o pariente.
El siguiente ejercicio está pensado para que lo hagas con una planta que conozcas bien y hayas identificado taxonómicamente (sepas qué familia y especie es), para evitar posibles efectos adversos, ya que vamos a probar la planta. Se trata de un ejercicio de observación y familiarización, para tomar consciencia de todas las facetas de una planta aliada que ya conozcas bien y realices una conexión más profunda.
Vista
- ¿Cuál es su color/forma/estructura?
- ¿Cómo está creciendo?
- ¿Cómo es el suelo (calcáreo, rico, baldío)?
- ¿Está en un lugar sombreado o soleado?
- Haz un dibujo detallado que incluya tantas observaciones botánicas como puedas.
- Mira el borde de la hoja y los nervios, cómo crecen las hojas desde el tallo y dónde crecen las flores.
- Haz un prensado (ya sea en una prensa especial de flores o entre dos paños de cocina prensados dentro de un libro grueso).
- Toma fotos. Esto puede ayudar a memorizar la planta y verificar la identificación.
- Disecciona con un cuchillo fino y afilado. Esta es una forma fascinante de ver el interior de la planta, ya sea hoja, flor, semilla o raíz. Puedes comenzar a enumerar las partes botánicas que observas.
Tacto
- ¿Cómo se siente al tacto? ¿Es pegajosa, peluda, suave, espinosa, irritante, punzante, húmedo, seca, lisa, áspera?
Oído
- Cuando se frota, se corta o se rasga, ¿cómo suena?
- ¿Cómo suena cuando corre la brisa por ella?
Olor
- Si frotas la planta, ¿qué olores puedes identificar? ¿Huele como a césped recién cortado, o tiene un aroma floral, picante, medicinal, afrutado, meloso?
- ¿Cuál es tu reacción al olor? ¿Te resulta desagradable, agradable, embriagador?
- ¿El olor te recuerda a algo más? Esta podría ser otra planta, pero igualmente podría ser algo aparentemente aleatorio. Vale la pena anotar todo lo que te venga a la mente.
Sabor y textura
- Coge un pedacito de la planta y colócalo en la punta de la lengua y mastica (asegúrate de la identificación y seguridad de la planta antes de probarla).
- Toma conciencia de los sabores; a menudo hay muchos. ¿Es acre, amargo, afrutado, a hongos, agrio, parecido a un cereal, maltoso, salado, dulce, a nuez, metálico, picante?
- ¿Cómo se siente en la boca? ¿Hay alguna reacción? (Viscoso, secante, refrigerante, hormigueante, adormecedor, espumante, secante, astringente, ardiente, aceitoso...) ¿Dónde exactamente puedes sentirlo en la lengua?
Realizar este ejercicio de toma de contacto preliminar nos servirá no solo para reconocerla más fácilmente en la naturaleza, sino también para intuir sus propiedades y usos energéticos y también para poder asociarla con otras plantas similares.
Preguntas para tu intuición
Muchas personas a veces nos detenemos en seco para admirar una planta o un árbol en particular al pasar a su lado. Podemos sentir la necesidad de acariciar las hojas, oler la flor o tomar una foto. Si somos valientes incluso podemos querer probar un bocado. Esta experiencia puede entenderse como un llamado, nuestra intuición diciéndonos que esa planta debe formar parte de alguna manera de nuestra vida.
La Herbología sensorial trabaja con esta intuición. La intuición es una gran habilidad que nos permite obtener información que se encuentra oculta en nuestro inconsciente e incluso el inconsciente colectivo de nuestra especie, después de miles de años de conexión profunda e íntima con las plantas que forman parte de nuestro entorno.
Para desarrollar la intuición, debemos dirigir nuestra atención al espacio de nuestro corazón y abrirnos (por ejemplo, a través de técnicas de respiración o meditación). De esta forma nos alineamos y somos más receptivos a los llamados del mundo natural.
La intuición busca conectarnos con lo que sentimos al enfocarnos en nuestro interior. Al entrar en contacto con la planta, pregúntate: ¿cómo te sientes? ¿Qué imágenes o palabras te vienen? ¿Qué sonidos surgen naturalmente de ti? La intuición está informada por nuestras propias experiencias y por algo que parece provenir de lo más profundo, una comprensión instintiva y primaria.
Conectar con el espíritu de la planta y emprender un viaje de exploración puede tomar muchas formas. Sean las que sean las ideas que surjan, por extrañas o aleatorias que parezcan, es importante que las tengamos en cuenta. Si mientras trabajamos con una planta nuestra mente divaga, preguntémonos en qué estamos pensando. ¿Qué recuerdos se evocan al trabajar con la planta? Tengamos en cuenta también las conversaciones que surgen si estamos cosechando con amigos. Todo es información útil.
Cuando estemos trabajando intuitivamente con una planta, podemos hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Te viene algo a la memoria mientras trabajas con esta planta?
- ¿Qué emociones o sentimientos evoca la interacción con esta planta?
- ¿Hay alguna palabra en particular que te venga a la cabeza?
- ¿Qué notas en tu respiración?
- ¿Qué historias surgen cuando dejas de lado las limitaciones mentales y abres tu imaginación al mundo espiritual de las plantas?
Plantear estas preguntas conduce a información útil que luego puede interpretarse para indicar la mejor manera de utilizar la hierba con fines medicinales.
Curso de Herbología sensorial
El próximo 23 de marzo del 2022 empieza el curso de Herbología sensorial. En él exploraremos todo lo relacionado con las propiedades energéticas y sutiles de las plantas, aprenderemos a usar nuestros sentidos y nuestra intuición para conectar con ellas y complementar los conocimientos que nos aporta la ciencia moderna.
Gracias a la Herbología sensorial, estableceremos una conexión más íntima y profunda con las plantas que forman parte de nuestro botiquín y descubriremos también aquellas que más beneficios pueden aportarnos a nosotros personalmente.
Si quieres saber más sobre este curso (temario, fechas, prácticas...), te invitamos a que descargues el dosier informativo:
Christian Gilaberte
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