Hace unos días que estrenamos ya el esperado 2021. Después de un año de profunda transformación y de unas navidades “raras” o “extrañas”, nos llena de esperanza llegar a este mes de Enero con el deseo de que este año sea más benévolo con algunas de las situaciones que estamos viviendo.

Desde el IVATENA, sabemos bien la importancia de los deseos y la esperanza, del poder de las ilusiones y de la enorme capacidad que tenemos de poder crear la realidad que queramos.

Por todo esto, queremos compartir con todos/as vosotros/as, lo que para nosotros son los verdaderos propósitos en este nuevo periodo que ya ha comenzado.

Deseamos de corazón que en el 2021:

1. Crezcamos en conciencia

Atrevámonos a mirar hacia dentro y descubrir el maravilloso ser que somos. Sólo de ese modo, podremos alcanzar nuestra verdadera libertad. Trabajemos nuestras creencias, nuestros miedos, nuestros dones y talentos, nuestras relaciones para poder alcanzar la mejor versión de nosotros/as mismos/as.

2. Seamos más respetuosos

Descubramos que formamos partes de un todo, donde todos estamos conectados. Si soy más respetuoso/a con las demás personas, con mi entorno, con las plantas, los animales, la tierra, el planeta, estaré siendo más respetuoso conmigo.

Adoptemos cada vez más medidas respetuosas con el resto de elementos  y estaremos contribuyendo al equilibrio necesario para la vida.

3. Vibremos en amor

El amor es de las emociones y energías más potentes que existen e influyen en todos nuestros cuerpos. Vivir en amor nos conecta con la maravilla de la existencia, incluso en circunstancias adversas. El amor propio posibilita tener una buena base desde donde puedo ir sosteniendo y atravesando los distintos momentos vitales. Sentir amor hacía mi trabajo, mis seres queridos, mi realidad, etc...  posibilita un entendimiento mucho más profundo de  la propia vida y además supone un estupendo estímulo para nuestro sistema inmune.

4. Tomemos nuestro poder personal

Hacernos cargo de lo que nos sucede, supone una verdadera revolución.  Recordar que como personas adultas, podemos  cambiar y superar las cosas que nos han ocurrido y creado sufrimiento, así como  abrazar y reparar el dolor de nuestros/as niños/as internos/as. Si lo hacemos, podremos generar nuevas alternativas que nos posibiliten escenarios vitales mucho más acordes con nuestro verdadero potencial y ser.

5. Agradezcamos más

Practicar el agradecimiento a diario, tomando desde el acto más pequeño de nuestro día hasta la cuestión más grande que nos esté ocurriendo. Por ejemplo, desde agradecer a los alimentos que ingerimos que nos nutran hasta dar las gracias por poder encontrarnos con nuestra familia, o con  nuestros/as amigos/os. El hecho de agradecer estar aquí y ahora, respirando, aun cuando las circunstancias no nos acompañen  siempre, promueve que nuestra energía aumente en su vibración y por tanto  abrirnos a las nuevas posibilidades que se puedan dar en nuestra vida.

6. Vayamos más despacio y practiquemos momentos de silencio

Desde hace ya muchos años, se nos impone cada vez tener un ritmo mayor en nuestras vidas, donde nuestra valía personal se mide casi por la cantidad de cosas que somos capaces de hacer y /o producir. Si bien, no se trata de que dejemos de hacer las cosas que nos gustan o necesitemos para desempeñar nuestra vida, reduzcamos mínimamente el ritmo. Incluyamos en nuestro día a día momentos de silencio, de cerrar los ojos y respirar,  para poder valorar como nos encontramos, qué sentimos, qué queremos seguir haciendo, etc.

Cómo os decíamos, estos son nuestros propósitos para esta nueva etapa y os podemos asegurar que están presentes en todas y cada una de las actividades, talleres, formaciones o terapias que realizamos en el centro.

Así que si a ti también te apetece comenzar a incorporarlos, pero no sabes muy bien cómo. Llámanos, estaremos encantados de acompañarte.